Nuestra orden se ha distinguido por que ha estado presente en los distantes rincones del orbe, en donde surgen hombres y mujeres que avanzan silenciosos con paso firme a través de la historia y el tiempo, como traídos por el viento, seres que la obscuridad visten en sus trajes negros, concentrando energía que los envuelve con un halo de misterio, a su paso uno que otro hombre profano a escondidas se santigua sumido en un sueño de sometimiento, echando a volar su imaginación, encarnando en ellos cuentos de terror y de miedo, tratan de ver los rostro de aquellos que discretos se reúnen buscando descubrir sus mas negros secretos.
La masonería se ha consolidad como institución que se ha distinguido por que entre sus miembros se profusa un amor que se eleva de los sentimientos mas banales que el hombre dispensa, para reunirse en un lugar consagrándose a la amistad y a la virtud, desarrollando de esta forma un sentimiento que lucha en contra de pensamientos y necesidades individuales para alzarse día a día victorioso, como un triunfo personal y colectivo que hermana a un masón con otro, aun a pesar de las múltiples deficiencias con las que hemos afilado las aristas de nuestra propia piedra, por que a pesar de que existe un enorme abismo entre lo ideal de la ayuda mutua, la solidaridad y la fraternidad y entre lo que realmente se llega a ver o a manifestarse en nuestros talleres, aun después de todo esto que en muchos hermanos crea confusión y desengaño… “de lo que en la masonería se tiene por fuerza pensamos que practicar”, nace y se crea un lazo espiritual que hace que un hombre que antes solía solo pensar solo en si mismo, el día de hoy , en cada acto que realice lo ponga a tela de juicio de su conciencia personal, la que reforzada por ese vinculo de armonía se despoja poco a poco de toda individualidad egoísta y se imponga un espíritu de bienestar colectivo.
Nuestra esencia única e inmortal concebida dentro del todo, existe en todo aquello que es , fue y será, por que cuando el individuo comprende que jamás estará solo, que jamás podrán dañarlo mientras logre la armonía de los principios universales cuando logre la calma y la paz consigo mismo, sencillamente comprenderá que no es en otros en donde debe de buscar la fraternidad o la solidaridad, si no en si mismo, el masón cual mago en el arte de imaginar , imagina un ideal de fraternidad, pero debe aprender a dar amor, si temores ni recelos, por que debe de tener en cuenta nada sucede al azar, que toda causa tiene un efecto y que todo movimiento tiene su correspondencia en la reciprocidad.
Por eso mis hermanos cuando al despedirnos escucho nuestros deberes, hoy ya no los escucho como una despedida litúrgica u oficial, es un llamado a mi conciencia y espíritu para alejar mis propios egoísmos, para comprender que no puedo decir que amo a mi hermano si no lo acepto, si no valoro su enorme esfuerzo por limar sus asperezas, por que si en verdad analizo las aristas de mi piedra estas cortan aun mas.
DE UN H:. M:.
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